anônimo
anônimo
06/10/2017 02h04

Todo en la mujer es un enigma, y todo en la mujer tiene una única

solución: se llama
embarazo.
El varón es para la mujer un medio: la finalidad es siempre el hijo. ¿Pero qué es la mujer
para el varón?
Dos cosas quiere el varón auténtico: peligro y juego. Por ello quiere él a la mujer, que
es el más peligroso de los juguetes.
El varón debe ser educado para la guerra, y la mujer, para la recreación del guerrero:
todo lo demás es tontería.
Los frutos demasiado dulces - al guerrero no le gustan. Por ello le gusta la mujer: amarga
es incluso la más dulce de las mujeres.
La mujer entiende a los niños mejor que el varón, pero éste es más niño que aquélla.
En el varón auténtico se esconde un niño: éste quiere jugar. ¡Adelante, mujeres, descubrid
el niño en el varón!
Sea un juguete la mujer, puro y delicado, semejante a la piedra preciosa, iluminado por
las virtudes de un mundo que todavía no existe.
¡Resplandezca en vuestro amor el rayo de una estrella! Diga vuestra voluntad: «¡Ojalá
diese yo a luz el superhombre!»
¡Haya valentía en vuestro amor! ¡Con vuestro amor debéis lanzaros contra aquel que os
infunde miedo!
¡Que vuestro honor esté en vuestro amor! Por lo demás, poco entiende de honor la mujer.
Pero sea vuestro honor amar siempre más de lo que sois amadas y no ser nunca las
segundas.
Tema el varón a la mujer cuando ésta ama: entonces realiza ella todos los sacrificios, y
todo lo demás lo considera carente de valor.
Tema el varón a la mujer cuando ésta odia: pues en el fondo del alma el varón es tan sólo
malvado, pero la mujer es allí mala.
¿A quién odia más la mujer? - Así le dijo el hierro al imán: «A ti es a lo que más odio,
porque atraes, pero no eres bastante fuerte para retener».
La felicidad del varón se llama: yo quiero. La felicidad de la mujer se llama: él quiere.
«¡Mira, justo ahora se ha vuelto perfecto el mundo!» - así piensa toda mujer cuando
obedece desde la plenitud del amor.
Asi Hablava Zaratustra